lunes, 29 de septiembre de 2014

¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida?


Hay dos claves para conocer la voluntad de Dios en una situación dada:

(1) Asegurarse que lo que está pidiendo o considerando hacer, no sea algo que la Biblia lo prohíbe.

(2) Asegurarse que lo que está pidiendo o considerando hacer, va a glorificar a Dios, y va a ayudarlo a usted a crecer espiritualmente. Si estas dos cosas son ciertas, y Dios todavía no le ha dado lo que le está pidiendo – entonces es probable que no sea la voluntad de Dios que usted obtenga lo que está pidiendo. O tal vez, usted simplemente necesita esperar un poco más de tiempo para recibirlo. Algunas veces, conocer la voluntad de Dios es difícil.

La gente quiere que Dios básicamente les diga qué hacer – dónde trabajar, dónde vivir, con quién casarse, etc. Romanos 12:2 nos dice, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”


 Dios raramente da a la gente esa información directa y específica. Dios nos permite hacer decisiones referentes a aquellas cosas. La única decisión que Dios no quiere que hagamos es pecar o resistirse a Su voluntad. Dios quiere que tomemos decisiones que estén de acuerdo con Su voluntad. De manera que, ¿cómo saber cuál es la voluntad de Dios para usted? Si usted está caminando cerca del Señor, y deseando de verdad Su voluntad para su vida – Dios va a colocar Sus propios deseos en su corazón. La clave es desear la voluntad de Dios, no la suya propia. “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmos 37:4) Si la Biblia no habla en contra de sus peticiones, y si éstas genuinamente pueden beneficiarle espiritualmente – entonces la Biblia le da “permiso” para tomar decisiones y seguir a su corazón.

martes, 23 de septiembre de 2014

El Arte Servir


Por el Licenciado Juan Pablo Muñoz

El Señor Jesucristo puso en claro que las metas del Reino de Dios son opuestas a las metas del mundo secular.


La grandeza del Reino de Dios se mide en términos de servicio, y Jesús mismo fue el mejor ejemplo (Marcos 10:45). Servir es uno de los énfasis principales que encontramos en la Biblia. Existen más de 1.400 referencias con relación al servir en sus diferentes acepciones. Es obvio que las personas más usadas por Dios son las que están más dispuestas a ser servidoras. Servir es un estilo de vida, una actitud, una relación.

Servir, con voluntad propia, por el bien del otro, perfecciona al que sirve, solo un ser humano que se posee así mismo, puede darse libre y responsablemente a otra persona, servir a alguien, es muestra de gran riqueza interior, porque la autodonación voluntaria para ayudar a los demás, hace que el ser humano sea más hombre, pues se autoposee a tal grado que es capaz de servir a los demás consciente y libremente, logrando que al servir el ser humano se autorrealice.


jueves, 18 de septiembre de 2014

Me Perdonas?

Santiago 5:16 nos dice: “confiésense unos a otros sus pecados”. Este consejo es esencial para todo aquel que sinceramente se propone dejar atrás los comportamientos deshonestos.

¿Quieres mejorar tu promedio de decir la verdad? Oblígate a la disciplina de la confesión. Decide hoy mismo que cada vez que ocultes la verdad o falles en vivir de acuerdo a tus palabras, se lo confesarás a la persona a la que le has fallado. Y no asumas que es suficiente con confesar sólo las mentiras más descaradas y los engaños intencionales. ¿Qué pasa con las ocasiones en que dices que iras a un lugar y no lo haces? ¿O cuando prometes que serás puntual y llegas tarde? ¿O cuando quedas de acuerdo en llamar a alguien y no lo haces? ¿Es esa una manera honesta de vivir? ¿Le permite eso a la gente confiar en tus palabras?

Imagínate como serían nuestras familias, escuelas, barrios, trabajos, comunidades e iglesias si la gente se comprometiera a decir solamente la verdad en amor. Esto es posible, pero tiene que comenzar por ti y por mí. No podemos controlar la elección que otros hacen de decir la verdad o mentir, pero sí podemos hacer esa elección por nosotros mismo. Podemos dar los pasos necesarios para convertirnos en amorosos habladores de la verdad.

Tal vez deberías aprovechar el momento en que termines de leer esta meditación y abrir tu corazón delante de Dios. Tal vez necesites hacer el compromiso de hablar menos para prestarle más atención a tus palabras y estar seguro de que cada una de ellas es necesaria y verdadera. Quizás necesites comprometerte a aprender el delicado equilibrio entre la verdad y el amor; quizás necesites establecerte firmemente entre los extremos de la brutalidad y el sentimentalismo.

Tal vez necesites dar una paso que todavía no diste, que es el de comprometerte a la disciplina diaria de la confesión. ¿Porque no hablas con Dios del asunto? Si mientras lo haces escuchas una voz interior que te desaprueba, te crítica y hace sentir indigno, no es la voz de Dios. Si escuchas una voz que dulcemente te convence de cuan bueno eres y solo trae a tu mente las grandes cosas que dijiste e hiciste, esa probablemente tampoco sea la voz de Dios. Pero si escuchas una voz que te expresa amor incondicional, que te acepta como eres, con todas tus fortalezas y debilidades, que es absolutamente honesto tanto sobre tus dones como en aquello que necesitas cambiar, ese es verdaderamente Dios hablándote. Él es el único que nos ofrece el inapreciable regalo de verdad y gracia porque es el único que sin igual combina estas cualidades en si mismo. Entonces podemos escucharlo con alegría porque Él es honesto y porque nos ama como ningún otro lo hace.


Dios te bendiga!
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martes, 9 de septiembre de 2014

No Permitiré que Nada me Domine

Stanley Jones

El deseo de vivir impulsa todo. Cuanto existe busca la perfección. El ansia de consumación es quizás el más fuerte de los impulsos.

 1 Corintios 9.24-27; 1 Timoteo 6.11-12

La religión tiene sus raíces en esa ansia de vivir; la religión es el ansia cualitativa de la vida.

Queremos vivir, no sólo plenamente, sino mejor. El deseo de vivir se puede convertir en el deseo del poder, a menos que sea dirigido por factores cualitativos. El deseo de gobernar puede degenerar en tiranía, si no está controlado por la Voluntad de Dios.


Pablo sugiere este deseo de dominio en estas palabras: “Todas las cosas me son licitas, más no todas convienen: todas las cosas me son lícitas, más yo no me meteré debajo de potestad de nada”. (1 Corintios 6.12).

Esa frase: “Yo no me meteré debajo de potestad de nada”, es la declaración más grande de un propósito vital que se haya proferido. El hombre dominado en lo absoluto por la voluntad de Dios no estaba dispuesto a ponerse debajo de la potestad de nada.

Invirtiendo el orden: Quien no está en forma absoluta bajo la potestad de Dios, se encuentra bajo el dominio de todo: de sí mismo, de los demás, de las circunstancias, del mundo, de las contrariedades, de la desilusión.

Algunos son dominados por el mundo. El proceso previo es lento y callado. Apenas si nos damos cuenta de lo que sucede, pero nos vamos dejando dominar por una visión materialista. Se cuenta la historia de un pajarillo al que se le ofreció un gusano a cambio de una pluma.

El pajarillo pensó que aquello era un buen negocio. Se ahorraría la molestia de buscar un gusano y una pluma ni la echaría de menos. Pero un día despertó para hallarse con la amarga realidad de que había perdido todas las plumas y no podía volar.

Había cambiado su poder de volar por un gusano. Estaba atado a la tierra. Algo semejante nos está sucediendo: los poderes del alma, los valores morales, la facultad de remontarnos la estamos cambiando por cosas materiales. De seguir así, muy pronto el hombre será un alma muerta rodeada de insignificancias.

Hay personas a quienes domina el dolor de la muerte de un ser querido o el desencanto. Se retiran a un rincón como el perro golpeado huye con la cola entre las piernas. La vida es mucho para ellas. Están vencidas. Se entregan a la lamentación inútil. Su deseo de vivir se convierte en un lamentarse sin cesar respecto de la vida.


Dios mío, aparte de Ti soy dominado por una infinidad de cosas. Contigo nada me domina sino Tú. Así, me siento libre. No permitas que me dominen ni la tristeza ni la angustia. Ayúdame a vencer todas las circunstancias. Por Cristo Jesús. Amén.

jueves, 4 de septiembre de 2014

7 Señales de Agotamiento Espiritual en el Ministerio Juvenil

Por Lucas Leys

Lo que estos líderes necesitan es una renovación. Un refresco y un regénesis. Pero muchas veces no se han dado cuenta que tienen este agotamiento, e incluso, muchas veces lo niegan. Por esa razón: Aquí les va una lista de 7 señales de que un o una líder necesita un reset espiritual.

Continuamente me encuentro con líderes de jóvenes que quieren ideas para su ministerio pero más y más seguido también me encuentro con líderes que están muy cansados, nerviosos, frustrados y agotados.

Lo que estos líderes necesitan es una renovación. Un refresco y un regénesis. Pero muchas veces no se han dado cuenta que tienen este agotamiento, e incluso, muchas veces lo niegan. Por esa razón: Aquí les va una lista de 7 señales de que un o una líder necesita un reset espiritual.

1. Lees la Biblia solo cuando te toca predicar
Hace unos años me di cuenta que solo la estaba leyendo para preparar mi proximo sermón y me sentí profundamente avergonzado. Leer la Biblia me renueva, me desafía, me saca filo y me corrige.

2. Falta inversión en tu crecimiento
Osea: no estás haciendo nada para especializarte, aprender más, renovarte, conocer otros líderes y desarrollar tus capacidades, tus dones y talentos.

3. Solo oras para pedir (o quedar bien en publico)
Llevo años enseñando que la oración es un dialogo y no un monólogo y probablemente alguno me he escuchado bromear con las costumbres evangelicas y modismos a la hora de orar… Y es que si. Siempre que descuidemos la oración estaremos alejados de la fuente de agua viva.

4. Perdiste un sentido de asombro
Mantienes una actitud de que ya sabes todo, ya hiciste todo y ya nadie te sorprende.

5. Es más importante lo que haces que a quién sirves
Uno de los valores de EJ dice que las personas son más importantes que los programas y, justamente un líder agotado espiritualmente, invierte el orden.

6. Escuchas en tercera persona
Los líderes agotados espiritualemente escuchan con los oídos de otras personas pensando en lo que esos principios significan en la vida de otros pero no en la propia. Y se puede agregar a esto que algunos escuchan para compartir pero no para ingerir…Es decir, escuchan sermones y conferencias no para crecer sino para brillar más cuando les toque hablar.

7. Tienes reacciones desproporcionadas
Se cayó internet, te quedaste sin credito del celular o llegó tarde la pizza y es como que se murió tu mascota de toda la vida o que alguien le pegó a tu mamá. Esto es una clara indicación de cansancio.

¿Qué te recomiendo? Creo que leer lo anterior e identificar tu propio cansancio ya es una gran ayuda y en cada una de esas denuncias reside también la solución: comienza a hacer lo que NO estás haciendo y Deja de hacer lo que SI estás haciendo y no debieras. 

Haz un STOP para encontrarte con otros líderes de jóvenes que tenemos tus mismos desafíos y pasamos por los mismos ciclos ministeriales.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Con Miedo A Vivir

Te ha ocurrido que por miedo no te atreves a comenzar una nueva etapa o dar un paso adelante?. Creo que eso es algo muy común cuando el temor se apodera de nosotros y dejamos que pensamientos de fracaso se adueñen de nuestros sueños. Tal vez, no te animas a salir de tu ciudad, a comenzar una carrera, a alejarte de una persona, a tomar una decisión definitiva o dar oportunidad a otras para que entren en tu vida, etc. y todo por miedo al fracaso, a caer, equivocarte, quedarte aparentemente solo (a) o sufrir.

No sólo debes dejar a Dios tus metas, sueños y anhelos, si no también tus miedos para que se conviertan en certezas y puedas agarrarte de las armas que Dios te dio para mantenerte de pie: sabiduría, confianza en ti mismo (a) y fortaleza, para que cuando el momento de cambiar llegue no caigas.

Dios te dice: Pero el que me obedezca vivirá tranquilo, sosegado y sin temor del mal Proverbios 1:33

No temas más, agárrate de cada una de las promesas de Dios y camina por fe y en victoria, pues al igual que con Josué Dios te respaldará: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas. Josué 1:9

Cada tropiezo no es una derrota, es una lección, no temas caer pues tienes un Padre que te sostiene.

Hoy es el día, ponte en manos de Dios y toma la decisión, arriésgate, camina y cumple lo que has soñado. No estás solo (a).

Al igual que el ave no tiene miedo de que la rama se rompa cuando se posa en ella porque sabe que tiene alas para volar y no caerá, tú tienes a Dios que no sólo te dará las alas para volar, sino que lo hará contigo.

No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte. Jeremías 1:8

Deja el temor de lado y comienza a vivir.



No Pongas Tu Confianza en el Dinero

Mucha gente cree que el dinero es lo único que puede resolver los problemas. ¡Falso! ¡El dinero nunca podrá proporcionar por sí solo la seguridad!

Job: "Si he puesto en el oro mi confianza, y he dicho al oro fino: Tu eres mi seguridad; si me he alegrado porque mi riqueza era grande, y por qué mi mano había adquirido mucho,... eso también hubiera sido iniquidad que merecía juicio, porque habría negado al Dios de lo alto " (Job 31:24-25,28).

Salomón: " La fortuna del rico es su cuidad fortificada, y como muralla alta es su imaginación" (Proverbios 18:11).

¿Te Apoyas siempre en el dinero para ver tu posición en la vida? ¿Tener un cierto estilo de vida —tendrás que pagar por ello— es lo más importante en tu futuro?

¿Puedes imaginar de alguna manera que el dinero no es tan seguro como parece? ¿Y cómo él podría desaparecer rápidamente?

Lucha contra el afán de poner la seguridad en el dinero. Ron Bue, en su libro "Maneje usted su dinero" (Thomas Nelson Editores), te ofrece tres reglas que te ayudarán a poner en el dinero en su justa perspectiva:

1- Dios es el dueño de todo.

2- El dinero nunca es un fin en sí mismo, sino principalmente una fuente para alcanzar otras metas y deberes.

3- Gasta menos de lo que ganes y hazlo así por mucho tiempo y tendrás éxito y económicamente.

Suena sencillo, ¿no es verdad? El principio de Dios es confianza, no codicia. Si eres codicioso te destruirás (aunque tardes dos generaciones). Pero si tienes confianza, Dios te bendecirá a ti, a tus hijos y a los hijos de tus hijos (Proverbios 13: 22).

Lee Salmo 52:1-7 y Timoteo 6:17.


Tania ha regresado del colegio hecha un mar de lágrimas. En la sexta hora de clases encontró a sus "amigos" divulgando acerca de ella un rumor malintencionado que la exponía a la vergüenza.

"No volveré a ser capaz de mirarles la cara otra vez", gemía.
El señor Ramírez rodeó a su hija con los brazos y la apretó junto a sí consolándola.
"Querida hijita, lo siento y sé que lo que te digo no cambiará tu situación pero... te amo mucho"
"Gracias, papito", sollozo Tania.