Por: Pastora Sonia Luna
Recuerda que tu mente es el campo de batalla así
que mantente firme no permitas que tus pensamientos se desvíen
Dice en Proverbios 25 28 que “Como
ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse.”
Es impresionante la importancia que
este tema tiene en la vida de las personas y que no siempre se le pone la
atención que merece. Pero también estoy
segura que hay muchos hijos de Dios con esta inquietud y que día a día están
librando su propia batalla venciendo tentaciones con la ayuda del Espíritu
Santo.
La Palabra de Dios compara a una
persona sin dominio propio a una ciudad que está a merced del enemigo y de
fortalezas externas que llegan a tener el control de su vida.
Definición de Dominio propio: "virtud
de uno que controla sus deseos y pasiones, especialmente sus apetitos
sensuales".
Del griego sofronismós; disciplina,
control de uno mismo:-dominio propio
Es un don de Dios según vemos en 2 Timoteo 1:7 “Porque no nos ha dado
Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. No obstante los dones y el poder que Dios
concede a sus hijos no se fortalecen por sí solos sino como dice Pablo deben
ser avivados por la gracia de Dios mediante la fe, oración, obediencia y
diligencia.
“Vosotros también, poniendo toda
diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud,
conocimiento; al conocimiento, dominio
propio; al dominio propio, paciencia;
a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
Porque si estas cosas están en
vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al
conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.” (2 Pedro 1:5-7)
De allí que la clave para tener
control espiritual sobre tus emociones negativas, tus pensamientos y tus actos
es la renovación de la mente y que tus pensamientos estén de acuerdo con los de
Dios.
En tu mente es donde se levantan
argumentos negativos críticos e indisciplinados que te llevan a acciones
negativas en contra de la voluntad divina.
Normalmente nuestras acciones son
dirigidas por nuestra forma de pensar, así que el primer paso para actuar
correctamente es tener pensamientos correctos. En otras palabras, amurallar tu
ciudad (tu mente) con muros fuertes (pensamiento de Cristo) que no puedan ser
derribados por los argumentos del diablo y los deseos de la carne.
Recuerda lo que dice 2 Corintios 10:4-5: “Las armas con que
luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar
fortalezas.
Destruimos argumentos y toda altivez
que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo
pensamiento para que se someta a Cristo.”
¿Cómo puedes renovar tu mente? ¿Cómo
puede el fruto del espíritu prevalecer sobre las obras de la carne?
Conociendo tu identidad en Cristo,
tu posición y tu relación con El. Tú puedes tener control sobre tus
pensamientos y por lo tanto sobre tus acciones, por medio del conocimiento y la
certeza de que todo ha sido hecho nuevo en ti a través de Él. Que Cristo es tu fortaleza y el Espíritu
Santo tu guía. Que juntamente con El todo es posible. Si tú lo decides, si
rechazas todo pensamiento que se levante en contra de la voluntad de Dios, si
tu mirada está puesta en lo celestial y no en lo terrenal.
Efesios 4:22-24 “Que en cuanto a
vuestra anterior manera de vivir, os despojéis del viejo hombre, que se
corrompe Según los deseos engañosos, ser renovados en la actitud de vuestra
mente; y poneros el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en
verdadera justicia y santidad.”
En conclusión, busca primeramente el
reino de Dios, permitiendo que su Palabra impregne tus
Pensamientos, reconoce tu posición
en El, adórale y glorifícalo, reconócelo en todos tus caminos y él te guiará en
tu diario vivir.
Un paso cada vez: Tu comportamiento
va a ir siendo transformado y vas a poder ver el fruto del Espíritu Santo a
medida que tu pensamiento va siendo renovado. Vive cada día, gana las batallas del
día no trates de ganar hoy la batalla de
mañana y así podrás ganar la guerra.
Recuerda que tu mente es el campo de
batalla así que mantente firme no permitiendo que tus pensamientos se desvíen y
ten siempre presente quien eres en Cristo Jesús.
“Practicad el dominio propio y
manteneos alerta. Vuestro enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando
a quién devorar. Resistidlo, manteniéndoos firmes en la fe, sabiendo que
vuestros hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de
sufrimientos.” (1 Pedro 5:8-9)
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