Liliana
Gebel
Sé lo que va a suceder
–me dijo Dante - Dios va a darnos un ministerio multitudinario con la juventud,
acabo de ver un estadio completamente repleto de jóvenes y yo estaba allí. Nos
abrazamos arrodillados en la cama, mientras que le agradecíamos al Señor por su
fidelidad.
Una
fría noche de Junio, casi no sentía mis piernas del frío y del cansancio, así
que alrededor de la medianoche, le dije a mi esposo que me iría a dormir. -Que
descanses –me contesto con la cabeza entre las rodillas- yo me quedaré un poco
mas y en unos minutos también me iré a dormir.
Esos
minutos fueron claves para lo que sucedería en unos instantes y en nuestro
futuro. A los pocos minutos una gran visión envolvió a Dante de manera que
literalmente lo dejo temblando.
De
pronto, todo el departamento pareció iluminarse y apareció ante sus ojos un
estadio completamente repleto de jóvenes con estandartes y banderas que tenían
escritas leyendas que hablaban de santidad.