"Que alguien me salve!"
¿Alguna vez ha gritado esto? Todos necesitamos ser salvados en
algún momento. Tal vez se perdió en una zona desierta y necesitó ser rescatado.
La salvación es exactamente eso, el rescate de sus pecados. Verá, sus pecados
(todas las cosas malas que ha hecho) le tenían atrapado. Imagínese a un enorme
gigante agarrando a alguien por el cuello. Eso es lo que el pecado estaba
haciendo con usted. Pero cuando usted clamó: "Jesús, sálvame!", Él
vino y rompió el control del pecado en su vida. La Biblia dice: "que si
confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo
levantó de entre los muertos, serás salvo." (Romanos 10:9). Usted fue
salvado del pecado y de la muerte cuando le pidió a Jesús que fuera su
Salvador.
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